Notas para el programa de mano de
Saudade (Nostalgia). Dir.: Kameron Steele. The South Wing.
En el festival The American Living Room. HERE. Nueva York.
‘Saudade’ es una de la palabras de las que disponemos para nombrar el engañoso lugar en el que moran aquellos a quienes ya no les es dado un amor, un hogar. Cuentan los diccionarios que ‘saudade’ ve su origen en Portugal en el siglo de los viajes. Se tenía ‘saudade’ de aquellos que se aventuraban hacia mundos desconocidos. Ésta y otras palabras que refieren a la extrañeza, al deseo de retornar a aquello que no se tiene y que quizá jamas se tuvo, precede con mucho a la concepción de nostalgia como maladie, como enfermedad que se padece y que los estados y sus aliados higienicistas pretendieron erradicar, siendo en muchos casos responsables ellos del mal del corazón que se cobró la vida, entre otros, de soldados y niños despojados de su cotidianeidad.
En Saudade la companía The South Wing presenta una aproximación peculiar a este asunto tan familiar para quienes se saben sujetos desplazados buscando morada en canciones de la patria, de la infancia, o en sabores y aromas de un hogar de antaño. A través de un collage de textos que enmarcan el recorrido zigzagueante y sinuoso que impone esta condición, Saudade constituye una exploración sobre el tema del devenir nostálgico como obstáculo para un debido compromiso con la historia, con el presente más cruel, si se quiere. A través de la exposición de tres casos de nostalgia aguda que despliegan el ‘síntoma’ en tres contextos sociohistóricos distintos, haciendo eco en épocas míticas, Saudade revela los alcances de la responsabilidad individual y del rol del Estado, ahora no como combatiente de este mal sino precisamente como generador de sujetos suspendidos en un simulacro de realidad a través de la guerra civil, la diáspora y el exilio.
La obra, sin embargo, no se ubica como un discurso de enjuiciamiento de la nostalgia como mal (esta sería la lectura política), sino que finalmente invita a reflexionar sobre los múltiples mundos que coexisten mientras se ha elegido un sendero entre otros posibles. En un nivel, tal vez de orden filosófico, Saudade pretende que la nostalgia es la cara borrosa de la realidad que vivimos cuando los límites entre el soñado y lo soñado se entreveran, constituyendo la materia de la que estamos hechos. ‘Nostalgia’ sería así la imposibilidad del límite, de la identidad única, de la permanencia. Saudade, entonces, es el reconocimiento del paraíso perdido, de esa inexistencia que nos lanza, atroz, a vivir el tiempo que nos toca.
Marsha Gall
Dramaturgista
7 de Julio de 2005
Program Notes
Saudade (Nostalgia). Dir.: Kameron Steele. The South Wing.
Performed at The American Living Room Festival. HERE. New York City.
Saudade is one of the words afforded to us by language so we may name that deceptive place occupied by those who are no longer given love, who no longer have a home. The dictionaries tell us that the origins of saudade date back to Portugal during the century of voyages. People felt saudade for those who ventured out to unknown worlds. This and other words that refer to profound longing—the desire to return to what we do not have and perhaps never had—long precedes the meaning of nostalgia as malady, as an illness people suffered and which the nation-states and their hygienist allies intended to eradicate, although they themselves were responsible for the heartache that took the lives of countless soldiers and boys, among others, who were robbed of their daily existence.
The South Wing presents a peculiar approach to this topic, so familiar to those who recognize themselves as displaced subjects seeking shelter in patriotic songs, in lullabies, or in the flavors and aromas of a long-lost home. Through a collage of texts that frames the zigzagging and sinuous paths imposed by this condition, Saudade constitutes an exploration of the theme of “nostalgic becoming” as an obstacle for the proper commitment to historical discourse, to the crueler present, if you will. Presenting three cases of acute nostalgia that display the “symptom” in three different socio-historical contexts, echoing mythical times, Saudade reveals the scope of individual responsibility and the role of the State, which no longer combats this illness but rather generates subjects suspended in a simulacrum of reality through civil war, diaspora and exile.
The play, however, is not situated as a discourse that judges nostalgia as an ailment (this would be the political reading), but as one that ultimately invites us to ponder the multiple worlds that coexist once a path has been chosen among all other possible paths. On one level, of a more philosophical nature perhaps, Saudade suggests that nostalgia is the blurry side of the reality we experience when the borders between the people and the objects we dream about are intertwined, becoming the matter that constitutes us. As such, nostalgia would be the impossibility of such borders, of unique identities, of permanence.
Saudade, then, is the recognition of paradise lost, of the inexistence that throws us, atrociously, into the time and place we were meant to inhabit.
Marsha Gall
Dramaturg
070705
Translation:
Marlène Ramírez-Cancio
me gusto lo de saudade, pues yo soy de la patagonia, y hace 25 años vivo en bs as., y he vivido el salvador de bahia, bracil, y en bahia blanca donde estudie letras y artes visuales.
ahora pinto y bailo tango , pues siento nostalgias de mi tierra, mi flia que esra todos musicos y bailarines de tango , pero solo de entrecasa. mi abuelo tocaba el bandoneon, mi abuela y mi mama cantaban¡¡¡ era hermoso. asi que me puse a bailar tango y me salio del alma como si supiera,amo mi nostalgia, ella le da sentido a mi vida. soy docente de del INSTITUTO VOCACIONAL DE ARTE, para niños, DOY CLASES DE PLASTICA Y ME DIVIERTO MUCHO COMO CDO ERA NIÑA¡¡¡¡ VIVA LA NOSTALGIA, QUE NOS GUIA POR EL CAMINO PARA QUE NUESTRA ALMA VUELVA A SER A SER COMO CDO Eramos niños¡¡¡¡ besos adriana patricia canero.